‘California Big One’: ¿Estamos ignorando las señales de un terremoto catastrófico en Los Ángeles?”

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Un reciente estudio del Instituto de Tecnología de California ha encendido las alarmas sobre la posibilidad de que Los Ángeles y otras partes de California sufran pronto un gran terremoto, conocido como el “California Big One”. El equipo de científicos ha identificado más de 1.200 sismos superficiales en los últimos ocho meses, lo que sugiere que la falla de Newport-Inglewood podría estar acumulando energía suficiente para desencadenar un terremoto de magnitud 7,4.

Los terremotos superficiales, aunque no suenan alarmantes, pueden acumularse y crear pasajes para rupturas más graves en la superficie. Estos sismos poco profundos evadieron previamente la detección de la red sísmica regional debido al ruido urbano. Sin embargo, al investigar durante las horas de la tarde, cuando los niveles de ruido son bajos, el equipo pudo identificar 1.262 eventos.

El estudio se centró en Long Beach y Seal Beach, dos suburbios de Los Ángeles que se encuentran a lo largo de la de Newport-Inglewood. Según Susan Hough, sismóloga del Servicio Geológico de los Estados Unidos (USGS), estos terremotos superficiales pueden sentirse como “una bomba directamente debajo de una ciudad”.

Además, el equipo de científicos descubrió nuevas fallas entre la falla de Los Alamitos y la falla de Newport-Inglewood, así como al norte de la falla de Garden Grove. Estas fallas podrían ser examinadas en busca de terremotos muy superficiales, lo que permitiría caracterizar mejor los peligros sísmicos en el sur de California.

Mientras tanto, un informe del USGS publicado este mes advierte que el Área de la Bahía de San Francisco está atrasada por un terremoto de hasta 6.7 de magnitud, que podría ocurrir en 2030 o antes. La ciudad de Alameda, en particular, podría estar en el camino del evento destructivo. Christine Goulet, directora de ciencias sísmicas del USGS, explicó que Alameda está en peligro de desmoronarse cuando finalmente se produzca un terremoto, ya que la mayor parte de su masa de tierra de seis millas de ancho está en riesgo de licuefacción.

La licuefacción es un fenómeno que ocurre bajo fuertes sacudidas, haciendo que el suelo anegado pierda su fuerza y se comporte como un líquido. Según Goulet, la marisma húmeda bombeada desde el fondo de la Bahía de San Francisco durante la primera parte del siglo XX posiblemente no fue compactada adecuadamente, lo que aumenta el riesgo de licuefacción en Alameda.

Ante esta situación, es fundamental que los residentes de California estén preparados para enfrentar un gran terremoto. Esto incluye tener un plan de emergencia, un kit de suministros básicos y conocer las medidas de seguridad a seguir durante y después del sismo.

En conclusión, el “California Big One” es un riesgo latente para Los Ángeles y otras áreas de California. Los recientes hallazgos de terremotos superficiales y nuevas fallas en la región refuerzan la necesidad de estar preparados y alerta ante la posibilidad de un gran terremoto. No se puede predecir cuándo ocurrirá, pero sí se puede estar listo para enfrentarlo.

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