En una reciente publicación de blog, el rabino Efraim Palvanov explicó la ascendencia del Mesías según las fuentes judías, señalando que el rey David fue el punto medio de la historia humana y que se espera la culminación de la historia humana y la era mesiánica en cualquier momento.
Según el rabino Palvanov, la ascendencia del Mesías puede rastrearse hasta Abraham, el elegido de Dios y progenitor de Israel. A través de la línea materna, también se incluyen Lot y sus hijas, quienes dieron origen a los moabitas y amonitas, de donde provienen Rut, bisabuela del rey David, y Ne’ama, esposa del rey Salomón.
El rabino enfatiza que Ismael, hijo de Abraham, no juega ningún papel en la ascendencia del Mesías, ya que fue expulsado y toda la herencia, espiritual y material, fue específicamente para Isaac. La identidad del Mesías es tribal, ya que una de sus funciones será traer a los judíos de regreso a la Tierra Santa.

La identificación del Mesías con la Tribu de Judá se basa en la bendición de Jacob a sus hijos, que establece que la monarquía dinástica vendrá a través de la Tribu de Judá, personificada por el Rey David. Sin embargo, el rabino Palvanov también señala la bendición de Dan como otra profecía mesiánica más empática, que se refiere a Sansón, quien vino de la tribu de Dan.
En relación con la creencia cristiana de que Jesús es el Mesías, es importante notar que Jesús también fue identificado como descendiente del rey David a través de su madre, María, y su padre adoptivo, José. Según la tradición cristiana, Jesús cumplió muchas de las profecías mesiánicas en su vida, muerte y resurrección, y se espera que regrese en el futuro para cumplir el resto, incluida la reunión de los exiliados y la instauración del reino de Dios en la tierra.
El rabino Palvanov explica que en cada generación hay un Mesías potencial que, si el pueblo lo merece y las condiciones son adecuadas, se manifestará. Esto sugiere que la figura del Mesías es una constante en la historia humana y que su revelación puede ocurrir en cualquier momento.
La genealogía del Mesías también implica un marco de tiempo específico. Según los sabios de la Torá, el rey David fue precisamente el punto medio de la historia humana, lo que indica que estamos literalmente en el tiempo del Mesías en este momento.
En resumen, la ascendencia del Mesías en fuentes judías y su conexión con Jesús como el Mesías esperado en la tradición cristiana resalta la convergencia de ambas creencias en la figura mesiánica. La idea de que estamos en el tiempo del Mesías, esperando su llegada para cumplir las profecías restantes, es compartida por judíos y cristianos por igual. A medida que avanzamos en la historia, la expectativa de la era mesiánica y el regreso de Jesús se vuelve cada vez más relevante y urgente.